Lista de alimentos de la dieta mediterránea (+ lista de compras y PDF)

Última actualización el 22 ene 2025
Lista de compras
Frutas y verduras
Naranjas
Manzanas
Bayas
Uvas
Limones
Tomates
Espinacas
Brócoli
Kale
Pimientos
Berenjena
Calabacín
Aguacate
Aceitunas
Productos secos
Pan integral
Cebada
Quinoa
Arroz integral
Avena
Bulgur
Garbanzos
Lentejas
Frijoles rojos
Frijoles negros
Frijoles cannellini
Snacks y dulces
Semillas de lino
Semillas de chía
Semillas de sésamo
Pistachos
Almendras
Nueces
Pescado y mariscos
Salmón
Sardinas
Atún
Camarones
Mejillones
Carne
Pollo
Pavo
Lácteos y huevos
Huevos
Yogur griego
Queso feta
Queso mozzarella
Especias, salsas y aceites
Aceite de oliva
Albahaca
Romero
Orégano
Ajo
Canela
Cúrcuma
Vegetal
Leche de almendras
Directrices básicas para una dieta mediterránea

Se dice que este plan dietético tiene numerosos beneficios para la salud en la función cardiovascular, reduciendo las tasas de accidentes cerebrovasculares, la prevención del cáncer y más. El estilo mediterráneo fomenta el equilibrio al consumir comidas variadas pero ricas en nutrientes, minimizando los alimentos procesados con alto contenido de azúcar. Sobre todo, la Dieta Mediterránea no es solo un método de ingesta de comidas, sino una elección de estilo de vida manejable.
Seguir una dieta al estilo mediterráneo implica consumir alimentos inspirados en la cocina tradicional de la hermosa región del Mar Mediterráneo. Incluye opciones de alimentos que no han sido procesados ni refinados, como frutas, verduras verdes vibrantes, legumbres, granos enteros, avena, maíz, en comparación con grasas poco saludables carentes de nutrientes. Se pueden incluir aves y pescado con moderación. Se recomiendan nueces y hierbas para añadir sabor sin comprometer la nutrición.
Desglose de la lista de alimentos

Frutas
Consumir frutas es un aspecto integral de la dieta mediterránea, ya que refleja su herencia culinaria basada en el consumo de alimentos naturales y sin procesar disponibles localmente. La amplia disponibilidad y diversidad facilitan que las personas que viven en esta región las incluyan regularmente en sus comidas junto con otros alimentos densos en nutrientes como verduras y carnes magras.
Además, comer frutas como naranjas, uvas o manzanas puede contribuir significativamente a promover la salud y el bienestar.
Verduras
En la dieta mediterránea, las verduras ocupan un lugar central. Son cruciales para mantener el equilibrio general de este patrón alimenticio. Reflejando el énfasis en los alimentos de origen vegetal que caracterizan la forma de comer mediterránea, las verduras aportan vitaminas, minerales y fibra esenciales a la dieta. Sus sabores robustos y texturas encantan paladares en todas partes, promoviendo al mismo tiempo el bienestar.
Cereales integrales
Durante siglos, los cereales integrales han sido un alimento básico en los países mediterráneos. La forma de comer mediterránea pone un énfasis especial en incorporar variedades de granos beneficiosos en el régimen dietético para un apoyo energético sostenido, una ingesta nutricional significativa y la promoción de la saciedad.
Opciones de cereales integrales como la avena, la harina de trigo integral o el pan dominan este plan dietético para promover la ingesta de carbohidratos complejos, esenciales para el éxito de la salud en general. Agregar estas opciones de granos enriquece la cocina tradicional mediterránea al conferir diferentes texturas y sabores a nuez.
Grasas saludables
Otra categoría de alimentos vital para una nutrición óptima son las grasas saludables. Piensa en el aceite de oliva, por ejemplo, un referente de un plan de alimentación saludable. Al incluir este tipo de aceite beneficioso en las comidas, no solo honras las tradiciones culinarias de larga data, sino que también obtienes valiosas recompensas como una mejor salud cardíaca y un bienestar general mejorado.
Frutos secos y semillas
Los frutos secos y las semillas han sido apreciados en la región mediterránea durante siglos debido a su delicioso sabor, texturas únicas y numerosos beneficios para la salud. Estos pequeños pero poderosos ingredientes son ricos en grasas saludables, proteínas y nutrientes esenciales, lo que los convierte en un complemento perfecto para la dieta mediterránea, que enfatiza la incorporación de alimentos densos en nutrientes que promueven la salud del corazón y el bienestar general.
Legumbres
Las legumbres han sido un componente apreciado de la cultura alimentaria mediterránea. Estas potencias ricas en nutrientes son tanto rentables como fuentes altamente beneficiosas para la ingesta de proteínas y fibra. Agregar garbanzos, lentejas y frijoles rojos a los planes de comidas resulta en dietas nutritivas que promueven prácticas de sostenibilidad.
Pescado y mariscos
La centralidad otorgada al consumo de pescado y mariscos en las dietas mediterráneas tradicionales se debe en gran medida a las bendiciones ecológicas de sus vastas áreas costeras. Esta ventaja geográfica ha permitido desarrollar una dependencia significativa de estas ofertas alimenticias nutritivas mientras se moldea la cultura culinaria regional de manera distintiva.
Los mariscos pueden contribuir enormemente a los objetivos dietéticos, como proporcionar aminoácidos esenciales como el omega-3, vinculado principalmente con la salud del corazón. Lo más importante, la composición de nutrientes de estos alimentos se adapta bien al enfoque de la dieta mediterránea en principios de alimentación saludable que promueven la longevidad.
Aves y huevos
Incorporar aves y huevos con moderación es parte de mantener el enfoque flexible de la dieta mediterránea en cuanto a las elecciones alimenticias, en lugar de centrarse solo en mariscos y productos de origen vegetal.
Ofrecen opciones adicionales de proteínas y añaden versatilidad a las comidas. Pechugas de pollo a la parrilla o piezas de pavo asado pueden ser una excelente manera de añadir algo de variedad a tu menú mientras mantienes altos valores nutricionales; de igual manera, platos de huevo como las tortillas pueden ser opciones diversas pero igualmente nutritivas.
Lácteos y alternativas lácteas
Debes consumir productos lácteos con moderación y principalmente en forma de yogurt y queso. Aunque no se aconsejan en grandes cantidades, pueden proporcionarte nutrientes valiosos como proteínas, calcio y probióticos.
Ten en cuenta que también puedes optar por alternativas lácteas (por ejemplo, leche de almendra) para satisfacer tus restricciones dietéticas y preferencias individuales.
Hierbas y especias
La dieta mediterránea enfatiza los sabores naturales y la creatividad culinaria, y las hierbas y especias encarnan perfectamente estos principios. Juegan un papel crucial en mejorar el sabor de los alimentos mientras reducen la dependencia de la sal. Además, reflejan la rica herencia culinaria de la región mediterránea y contribuyen al disfrute general de las comidas.
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Qué más tener en cuenta
Mientras que la dieta mediterránea se centra en alimentos saludables y naturales, hay algunos elementos que generalmente se limitan o evitan. Estos incluyen:
- Salchichas, tocino y embutidos - a menudo contienen niveles sustanciales de grasas no saludables, sodio y conservantes. Debes limitar el consumo de estos alimentos altamente procesados a toda costa.
- Azúcares añadidos - se pueden encontrar en ciertos productos como bebidas azucaradas, dulces y pasteles, y pueden afectar negativamente nuestro bienestar. Limita su consumo o evítalos por completo si es posible.
- Grasas saturadas - la dieta promueve tipos de aceite saludables como el aceite de oliva; sin embargo, es necesario tener cuidado con las fuentes llenas de grasas saturadas no saludables como la mantequilla, productos lácteos altos en grasa o carnes grasas. Para sustituir estos elementos, intenta elegir alimentos que contengan grasas vegetales beneficiosas como aguacates o nueces.
- Comida rápida y productos procesados - pueden contener altos niveles de grasas trans, azúcares añadidos y un exceso de sodio (todos ellos representan riesgos significativos para tu salud). Con un bajo valor nutricional siendo a menudo una característica común, este tipo de alimentos tiende a llevar a condiciones poco saludables, incluyendo el aumento de peso.
Integrar elementos de la dieta mediterránea en tu rutina de desayuno matutino establece un patrón beneficioso para una salud óptima a lo largo del día.
Yogur griego: Disfruta de un desayuno energizante con un bol de refrescante parfait de yogur griego. Hazlo más apetitoso colocando armoniosamente bayas vibrantes y yogur cremoso junto con granola crujiente o nueces por encima.
Tostada de aguacate: Para aquellos que buscan opciones de desayuno sencillas pero satisfactorias, considera preparar unas deliciosas tostadas de aguacate. Comienza usando rebanadas frescas de tu pan integral favorito, unta aguacates ricos y cremosos por toda la superficie e incorpora tomates cherry dulces o trocitos de queso feta esparcidos por encima.
Tortilla de verduras: Saltea verduras vibrantes como aros de pimiento, hojas de espinaca baby, perlas de cebolla y rodajas de tomate, y mézclalas con dos huevos.
Frittata mediterránea: Este plato lleno de proteínas consiste en huevos mezclados con trozos de calabacín, tomates cherry, aceitunas en rodajas y trocitos de queso feta desmenuzado, todo horneado junto.
Porridge de granos enteros: Prepara un reconfortante bol de porridge de granos enteros usando avena, quinoa o bulgur. Cocínalo con leche o agua y añade sabores como canela, extracto de vainilla y un puñado de nueces picadas o frutas secas. Decora con bayas frescas o yogur griego para mayor cremosidad.
Conclusiones

Equipo de Listonic
Verificado