Lista de alimentos para una dieta baja en yodo (+ lista de compras y PDF)

Última actualización el 22 ene 2025
La dieta baja en yodo es un plan de alimentación a corto plazo que limita el consumo de alimentos ricos en yodo, un mineral que desempeña un papel importante en la producción de hormonas tiroideas.
El objetivo de esta dieta es reducir los niveles de yodo en tu organismo para apoyar el tratamiento con yodo radiactivo o mejorar la precisión de los estudios de tiroides. En este artículo actualizado de 2025, te ofrecemos una guía valiosa para ayudarte a seguir con éxito este patrón dietético. Además, te proporcionamos una lista de compras completa para asegurarte de que tengas todos los elementos necesarios para prosperar en una dieta baja en yodo.
Lista de compras
Frutas y verduras
Manzanas
Plátanos
Arándanos
Limones
Naranjas
Duraznos
Piña
Frambuesas
Fresas
Sandía
Pimientos
Brócoli
Zanahorias
Coliflor
Apio
Pepinos
Berenjena
Lechuga
Cebollas
Papas
Calabaza
Batatas
Tomates
Calabacín
Productos secos
Arroz integral
Avena
Quinua
Pan integral
Pasta integral
Carne
Pollo
Carne magra de res
Cerdo
Pavo
Lácteos y huevos
Huevos
Pescado y mariscos
Pescado de agua dulce
Snacks y dulces
Miel
Jarabe de arce puro
Palomitas de maíz
Galletas de arroz sin sal
Nueces sin sal
Especias, salsas y aceites
Aceite de oliva
Mostaza
Vinagre
Vegetal
Leche de almendras
Leche de arroz
Leche de coco
Directrices de la dieta baja en yodo

Una dieta baja en yodo suele recomendarse a personas que se están preparando para procedimientos o tratamientos médicos específicos, como la terapia con yodo radiactivo o la cirugía de tiroides. El objetivo principal de una dieta baja en yodo es reducir la ingesta de este mineral, ya que cantidades excesivas pueden afectar negativamente estos procedimientos médicos.
La cantidad de yodo que un paciente debe consumir en una dieta baja en yodo puede variar según las circunstancias individuales y las indicaciones específicas de los profesionales de la salud. Sin embargo, generalmente se reduce la ingesta de yodo a menos de 50 microgramos (mcg) por día.
Para mantener el consumo de yodo al mínimo, debes evitar alimentos ricos en yodo como la sal yodada, los mariscos (incluyendo pescado y crustáceos), los productos lácteos (como la leche y el queso), así como productos que contengan algas marinas o carragenina.
Además, es importante leer las etiquetas cuidadosamente para identificar cualquier fuente oculta de yodo en alimentos procesados, medicamentos y suplementos.
Seguir una dieta baja en yodo requiere una planificación cuidadosa y atención a las elecciones alimenticias, pero puede manejarse eficazmente con la orientación adecuada para apoyar tratamientos y procedimientos médicos.
Desglose de la lista de alimentos bajos en yodo

Frutas
Juegan un papel importante en una dieta baja en yodo porque son naturalmente bajas en yodo y ofrecen una amplia variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales.
Si buscas opciones convenientes, las manzanas y los plátanos son excelentes elecciones ya que son fáciles de llevar contigo. Para un impulso de antioxidantes, considera agregar arándanos, frambuesas o fresas a tu cereal o disfrútalos como un sabroso snack. Los cítricos como los limones y las naranjas no solo son refrescantes, sino que también están llenos de vitamina C. La sandía y los melocotones proporcionan hidratación junto con un toque de dulzura natural. Al incorporar estas frutas en tu dieta, puedes mantener una buena salud mientras evitas un consumo excesivo de yodo.
Granos y cereales
Los granos y cereales son importantes fuentes de energía y fibra. Estas opciones alimenticias versátiles pueden ser la base de tus comidas o servirse como guarniciones.
Al incorporar granos como el arroz integral y la quinoa en tus platos, puedes beneficiarte de sus propiedades nutritivas a diario.
La avena ofrece una opción de desayuno cálido y reconfortante o puede añadirse fácilmente a batidos para una dosis extra de fibra. Además, el pan y la pasta integrales pueden usarse en sándwiches, ensaladas o platos principales. Consumir granos es una excelente manera de mantener una dieta baja en yodo bien equilibrada y satisfactoria.
Verduras
No solo proporcionan vitaminas, minerales, fibra y nutrientes cruciales, sino que también ofrecen una amplia gama de sabores y texturas. Por ejemplo, los vibrantes pimientos y tomates apoyan tu organismo con antioxidantes, mientras que el brócoli y la coliflor aportan muchas vitaminas y minerales esenciales.
Las verduras de raíz como las zanahorias y las batatas son opciones ricas en fibra, y las hojas verdes son extremadamente nutritivas. Estas verduras pueden disfrutarse crudas, al vapor o asadas, asegurando tanto calidad nutricional como bajo contenido de yodo en tu dieta.
Proteínas
Son esenciales para construir y reparar tejidos y músculos. El pollo y el pavo, ya sea a la parrilla, al horno o asado, sirven como excelentes fuentes de proteína magra. Los cortes magros de res y cerdo también pueden disfrutarse en una dieta baja en yodo. Los huevos, que pueden prepararse de muchas maneras, suministran al cuerpo aminoácidos y nutrientes esenciales.
Finalmente, el pescado de agua dulce puede ofrecer los beneficios de los ácidos grasos omega-3 y ser una comida deliciosa, sin un contenido excesivo de yodo.
Alternativas a los lácteos
Las personas que necesitan limitar su ingesta de yodo deben evitar los productos lácteos porque son naturalmente altos en yodo. Sin embargo, puedes optar por alternativas a los lácteos en tu dieta.
La leche de almendra sin enriquecer, la leche de coco y la leche de arroz son opciones viables para quienes aún desean disfrutar de bebidas, cereales o batidos sin consumir exceso de yodo. Estas alternativas tienen una textura cremosa y pueden consumirse como bebidas independientes o usarse en cocina y repostería. Elige versiones sin enriquecer porque algunas alternativas disponibles pueden contener yodo añadido.
Condimentos
Los condimentos tienen un impacto significativo en los sabores de las comidas, ofreciendo una diversa gama de gustos y aromas. La miel y el jarabe de arce son excelentes opciones para añadir dulzura natural a tus alimentos sin preocuparte por la ingesta de yodo.
El aceite de oliva es un aceite de cocina versátil que también es bueno para el corazón. Cuando se trata de añadir profundidad y complejidad a los platos, las hierbas y especias secas son la mejor opción, y las hierbas frescas darán a tus comidas un toque de frescura. La mostaza y el vinagre son excelentes elecciones si deseas sabores picantes y ácidos sin un consumo excesivo de yodo.
Bocadillos
Debes planificar cuidadosamente tus bocadillos, ya que satisfacen antojos y suministran energía a lo largo del día. Afortunadamente, las personas en una dieta baja en yodo pueden encontrar alternativas de bocadillos adecuadas. Las tortas de arroz ofrecen una textura ligera y crujiente, mientras que las palomitas de maíz hechas al aire son una opción baja en calorías y rica en fibra.
Las galletas de arroz sin sal proporcionan un crujido gratificante y pueden disfrutarse solas o acompañadas de salsas o untables. Además, los frutos secos sin sal aportan grasas beneficiosas y proteínas, convirtiéndolos en una excelente opción para un bocadillo saciante.
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Qué más tener en cuenta
Generalmente se recomienda evitar los alimentos que son altos en yodo. Sin embargo, debes recordar que el contenido de yodo en los alimentos puede variar dependiendo de factores como las condiciones del suelo y los métodos de procesamiento. Aquí están los productos que deberías reducir:
Sal yodada: La sal de mesa yodada debe evitarse porque es una fuente concentrada de yodo.
Mariscos: Los pescados de mar, los mariscos, las algas marinas (y otros vegetales del mar) son naturalmente ricos en yodo, por lo que se recomienda limitar su consumo.
Productos lácteos: La mayoría de los productos lácteos, como la leche, el queso, el yogur y la mantequilla, también son fuentes ricas en yodo.
Alimentos procesados: Los alimentos procesados y envasados, incluidos los embutidos, sopas enlatadas, salsas y aperitivos, a menudo contienen sal yodada añadida u otros ingredientes que contienen yodo. Estos deben evitarse o revisarse cuidadosamente por su contenido de yodo.
Productos de panadería: El pan, los pasteles, las masas y las mezclas comerciales a menudo contienen ingredientes ricos en yodo, como la sal yodada o acondicionadores de masa con yodato. Es mejor buscar alternativas bajas en yodo.
En la mayoría de los casos, una dieta baja en yodo es una necesidad médica y puede representar un desafío para el paciente. Si encuentras que tus comidas bajas en yodo son monótonas e insatisfactorias, explora nuestras ideas para inspirarte:
Pollo asado con hierbas y verduras al horno: Disfruta de un tierno y jugoso pollo asado con hierbas, acompañado de un colorido surtido de verduras asadas, como zanahorias, brócoli y coliflor, con un toque de aceite de oliva y hierbas aromáticas. Puedes saborear el suculento pollo y las vibrantes verduras asadas mientras mantienes tu nivel de yodo bajo control.
Trucha a la parrilla con limón y pimienta con ensalada de quinoa: Saborea la suculenta trucha a la parrilla sazonada con limón y pimienta negra, servida sobre una refrescante ensalada de quinoa con pepinos picados, tomates cherry, hierbas frescas y una vinagreta cítrica.
Cerdo al horno con salsa de tomate infusionada con hierbas: Experimenta el jugoso cerdo al horno cubierto con una sabrosa salsa de tomate infusionada con hierbas. Acompáñalo con deliciosas guarniciones de espinacas salteadas con ajo y quinoa esponjosa para una comida satisfactoria y nutritiva.
Chili de pavo con frijoles negros y batatas: Deléitate con el chili abundante y lleno de sabor, cargado con pavo molido magro, calabaza sabrosa, batatas en cubos y especias aromáticas, creando un reconfortante y nutritivo plato de una sola olla.
Conclusiones

Equipo de Listonic
Verificado