Albóndigas - Información Nutricional, Beneficios Para La Salud Y Consejos De Compra
Autor: Equipo de Listonic
Última actualización: 1 de noviembre de 2024
Nutrientes
Información nutricional
Cantidad por 100 g
Calorías
🔥 286 kcal
Nutrición por: 100 g | Value | % Valor diario* |
---|---|---|
Carbohidratos | 8 | 2.91% |
Fibra | 1 | 3.57% |
Azúcares | 1 | 2% |
Índice Glucémico | 0 | - |
Proteína | 22 | 44% |
Sodio | 720 | 31.3% |
Grasa total | 19 | 24.36% |
*Valores de % del Requerimiento Diario (RD) basado en una dieta de 2000 kcal
Datos nutricionales y consejos
Beneficios para la salud
- Alto en proteínas, esenciales para el crecimiento muscular, la reparación y el funcionamiento general del cuerpo.
- Contiene vitaminas y minerales esenciales como hierro, zinc y vitaminas del grupo B, que apoyan la salud y el bienestar general.
- Proporciona energía sostenida gracias a la combinación de proteínas y grasas, lo que las convierte en una buena fuente de combustible para el cuerpo y el cerebro.
- Versátiles y personalizables, permitiendo la inclusión de varios ingredientes saludables como verduras, hierbas y especias.
- Pueden ser preparadas de manera magra si se utilizan carnes magras como pavo o pollo, ofreciendo una opción más saludable para el control del peso y la salud del corazón.
Riesgos para la salud
- Alto contenido de grasa especialmente en las albóndigas hechas con cortes de carne grasos, lo que puede elevar los niveles de colesterol y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas si se consumen con frecuencia.
- Alto contenido de sodio en muchas albóndigas comerciales o preparadas en restaurantes, lo que puede contribuir a la hipertensión y aumentar los riesgos cardiovasculares.
- Posibilidad de conservantes añadidos y aditivos artificiales en algunas albóndigas comerciales, que pueden causar reacciones adversas en personas sensibles.
- Alto contenido calórico que puede contribuir al aumento de peso si se consumen con frecuencia o en grandes porciones, especialmente cuando se sirven con salsas o guarniciones altas en calorías.
- Riesgo de contaminación con bacterias dañinas como E. coli o Salmonella si las albóndigas no se cocinan o almacenan adecuadamente, lo que puede llevar a enfermedades transmitidas por alimentos.
¿Cómo elegir?
Tus albóndigas deben estar bien redondeadas y tener una textura firme, lo que indica que las has mezclado y sazonado adecuadamente. El exterior debe estar dorado de manera uniforme, lo que sugiere que las has cocinado correctamente.
Evita las albóndigas que sean demasiado densas o que presenten un color desigual, ya que esto puede indicar una preparación inadecuada. También debes evitar los paquetes que estén dañados o no sean herméticos, ya que podrían afectar la frescura y el sabor de tus albóndigas.
Cómo conservar las albóndigas
Debes almacenar las albóndigas cocidas en el refrigerador, preferiblemente en un recipiente hermético. La refrigeración las mantiene frescas y seguras para comer hasta por tres días. Un almacenamiento adecuado asegura que sigan siendo sabrosas.
La exposición al aire puede hacer que las albóndigas se sequen. Evita dejarlas destapadas y siempre cierra bien el recipiente. Recalentarlas con un poco de salsa puede restaurar su humedad. Un manejo y almacenamiento adecuados las mantienen deliciosas y seguras para comer.
✅ ¿Sabías qué?
¿Cuánto tiempo dura?
Las albóndigas pueden durar de 3 a 4 días en el refrigerador una vez cocidas. Para un almacenamiento más prolongado, se pueden congelar hasta por 3 a 4 meses. Un almacenamiento adecuado ayuda a mantener su sabor y textura, lo que las hace convenientes para las comidas.
¿Qué hacer con las sobras?
Las albóndigas sobrantes se pueden utilizar en una variedad de platos sabrosos y sustanciosos. Sírvelas con pasta, arroz o puré de patatas para una comida reconfortante, o mézclalas en una cazuela con verduras y queso para añadir más sabor. Las albóndigas también son excelentes como relleno para sándwiches, wraps o sliders.
Utiliza las albóndigas en un sándwich de albóndigas colocando capas de salsa marinara y queso en un pan hoagie, y luego tuéstalo hasta que se derrita. Si tienes muchas albóndigas, considera hacer una tanda de albóndigas suecas cocinándolas a fuego lento en una salsa cremosa con champiñones y sirviéndolas sobre fideos de huevo. Las albóndigas también se pueden añadir a una sopa o guiso con verduras y caldo, o usarse como cobertura para pizzas o panes planos. Para un bocadillo rápido, disfruta de las albóndigas con una salsa para mojar como barbacoa, marinara o mostaza con miel, o mézclalas en un tazón de granos con quinoa, farro o cuscús.
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